Aquí tienen un resumen: https://www.ara.cat/economia/LIbex-dels-directius-congela-treballadors_0_1915608473.html Aquí el informe completo de Oxfam: https://oxfamintermon.s3.amazonaws.com/sites/default/files/documentos/files/bajan-salarios-crece-desigualdad.pdf
Es un tema recurrente: las diferencias entre las remuneraciones más elevadas y las más reducidas en una organización privada, y en concreto entre la alta y muy alta dirección y los salarios medios. Algunos apuntes para reflexionar.
1 – En teoría el salario es el precio del trabajo, estando un salario vinculado a un puesto de trabajo; es decir un salario debe ser resultado de la valoración de un puesto de trabajo de tal modo que aunque cambie la persona que ocupa ese puesto de trabajo el salario no tiene que cambiar. (Los pluses por nocturnidad, penosidad, etc. quedan al margen porque van por otra vía).
2 – Decía ‘en teoría’ porque, en la práctica, hoy el salario es función de la oferta y demanda de trabajo; y hoy la demanda de trabajo es muy inferior a la oferta. Añadan a eso las variantes que puede adoptar esa demanda de trabajo: por unos días, por unas horas, puntual, periódica, aperiódica, …
3 – Para la Teoría Económica el Trabajo es un factor productivo. Eso fue así cuando la realidad económica marcaba una situación de pleno empleo de ese factor trabajo, pero de pleno empleo real, con tasas de paro del 1% o menos, no de esa cosa inventada en los 70: una tasa de desempleo que sea lo suficientemente elevada para que no haga que la inflación aumente, y que se le denominó ‘tasa natural de desempleo’: la NAIRU (Non-Accelerating Inflation Rate of Unemployment).
4 – Pero en realidad hoy el trabajo es una commodity que se sitúa al mismo nivel que el cobre el agua, el maíz o el algodón, con un hándicap para el trabajo si no se necesita no puede dejarse esperando en la mina como el cobre para sacarlo cuando se precise. En consecuencia el trabajo se rige exclusivamente por la oferta y la demanda siendo el resultado de su interacción el salario.
5 – Todo lo anterior en la economía blanca, es decir, legal. Porque si entramos en el mundo de la economía sumergida, con masas de dinero negro moviéndose en ella y con personas que solo pueden negociar con su trabajo, ahí el salario se convierte en un mero elemento residual porque la ley no llega porque no puede o porque prefiere no llegar porque, si llegase, el desempleo podría ser mayor y la competitividad menor.
6 – La competitividad. La verdadera competitividad se obtiene cuando la productividad es lo más elevada posible … independientemente de cual sea el nivel de producción: si se obtienen 1.000 unidades en 100 horas de trabajo, la productividad por hora trabajada es de 10 unidades; si se obtienen 500 unidades en 2 horas de trabajo, la productividad es 250 unidades por hora de trabajo. Antes el objetivo era aumentar la producción, para lo que se preciaba más trabajo, pero ahora no, ahora el objetivo es aumentar el margen para lo que es necesario adaptar la producción a la demanda manteniendo un stock de cero unidades y haciendo tender a cero el plazo de entrega, ya que haciendo eso el margen neto por unidad producida se maximiza. Y para funcionar así se precisa inversión –es decir, capital– óptimos sistemas de organización –capital– y los profesionales de bandera que sean precisos en cada momento –capital, humano, si, pero capital– ¿Y lo que comúnmente se entiende por ‘trabajo’? Pues la menor cantidad que sea posible.
7 – Las compañías de las que se habla en el artículo o en el informe son generalmente grandes o muy grandes y habitualmente sociedades anónimas, por lo que sus propietarios suelen ser sus accionistas siendo la junta de accionistas el órgano de máximo gobierno y representación. También suele suceder que un número muy escaso de accionistas cuente con unas cantidades de participaciones que les otorguen el control efectivo de esas compañías. Es una forma de hacer que puede no gustar, pero es la que impera porque, guste o no, nos hallamos en el Sistema Capitalista y en él las cosas funcionan así.
8 – Juntando todo eso a lo que se llega es algo bastante triste. Excepto las remuneraciones de las personas muy concretas que ocupan puestos muy específicos en las compañías, los salarios medios no sólo no tienden a subir sino que tienden a bajar o, en el mejor de los casos a estancarse. La razón es doble. Por un lado, porque la demanda de trabajo tiende a menos debido a la tendencia hacia el oligopolio que se está dando en casi todos los sectores, a la menor necesidad de trabajo debido a la automatización de procesos, y a la creciente flexibilidad que en los procesos productivos se está introduciendo y que atomiza la necesidad de trabajo. Por otro, porque la oferta de trabajo tiende al alza, por mero crecimiento vegetativo de la población, por la inmigración, por las personas que han perdido su trabajo al ser desplazadas por máquinas, y por el creciente retraso de la jubilación al mostrar el importe de las pensiones una tendencia decreciente.
9 – Sin embargo, esos puestos generadores de muy elevado valor añadido, habitualmente directivos, que en número decreciente diseñan las estrategias y las políticas de las compañías, cada vez serán remunerados con mayores cantidades porque, literalmente, la vida de esas empresas depende de lo que esas personas decidan, por lo que, además, su poder de decisión será exponencialmente creciente y sus decisiones más drásticas debido a que su propia supervivencia y su estatus depende de la marcha de la compañía.
10 – Entrar en si, como dice uno de los ejemplos expuestos, el máximo directivo percibe una remuneración que equivale a 112 veces la que percibe el asalariado menor debería llevar a preguntar si el valor generado en la compañía por ese directivo es 112 veces superior al valor generado por ese asalariado, pero las cosas no van así.
11 – A esos niveles con remuneraciones anuales de seis cifras (e incluso de cinco) no se realiza una valoración del puesto de trabajo como antes comentábamos. Se valoran cosas como el compromiso de mejorar la cotización de las acciones un X%, la reducción de costes de un Y%, la disminución de la plantilla en un Z%, el incremento del margen unitario en un N%, la bajada de la deuda a largo plazo en un M%, la venta de la compañía a un valor determinado o el cierre de la misma a un coste prefijado.
12 – Una persona que ocupa esos niveles no se busca poniendo un anuncio en un portal de empleo, en muchas ocasiones ni se requieren los servicios de un headhunter. Su nombre se pronuncia en la sala VIP de un aeropuerto o en el trayecto entre dos hoyos de una partida de golf. Alguien: una persona que está en la cúspide de una compañía necesita a alguien para desempeñar tal proyecto o llevar a cabo tal trayectoria, y se lo comenta a alguien que también se halla en la cúspide de otra compañía, o casi; o le hace llegar el recado a alguien que está haciendo en otra empresa lo que precisa que haga en ‘la suya’. Y contactan, y negocian cosas, entre ellas la remuneración. Ahí la oferta y la demanda de trabajo existen, pero se mueven siguiendo otros parámetros, entre ellos el éxito o fracaso que la oferta haya tenido en otros lugares de desempeño.
13 – Por ello esas 112 veces no es algo extraño; de hecho en USA podemos hallar ratios de 750 veces e incluso de 1.150 veces. Y no es extraño por lo dicho: porque a esas alturas las cosas que pasan son diferentes y suceden de modo diferente.
14 – Y por ello, porque no va a cambiar lo que sucede a esas alturas, es por lo que yo digo que lo importante no es lo que tienen los de arriba, los de la cúpula; sino lo que no tienen los de abajo, de lo que carecen los asalariados, los que su salario depende de la pura oferta y demanda y que entra en el ‘Y yo, ¡por menos!’
15 – Y también por ello pienso que lo mejor es que dejemos de ocuparnos de quienes tienen remuneraciones de seis millones, uso de avión privado, plan de pensiones personal multimillonario y opciones preferentes sobre acciones, y nos ocupemos de quienes están trabajando y percibiendo un salario y se hallan en riesgo de exclusión social y de quienes no están percibiendo ningún salario en absoluto porque carecen de ninguna ocupación.
16 – La desigualdad no va a desaparecer, ni va a ir a menos, al revés: va a más, porque ni está de moda reducirla, ni representa un peligro social que exista, ni hay un riesgo político en que así siga.
Amén.