Es sabido que las medias son imprecisas: si Ud., lector se come dos pollos y yo ninguno la media dirá que cada uno nos hemos comido un pollo. Aún así, y asumiendo tal limitación, las medias nos sirven, sobre todo, para comparar: no son la panacea, pero como no lo son en ninguna parte podemos comparar en que estado se halla cada parte en comparación con un elemento medio.
En el gráfico adjunto se muestra la posición que ocupan una serie de países combinando dos variables: el salario medio de cada país en el 2017 expresado en euros brutos /mes y el PIB pc de cada uno de esos países, también en el 2017, en números índices tomando como media 100 el de la UE 28. (Fuente: salario medio: Hispanidad 09.11.2018; PIB pc: Eurostat). ¿Qué conclusiones podemos extraer?
De entrada que existen dos economías que casi se salen del gráfico en cuanto a PIB pc: Luxemburgo e Irlanda. Dicho esto parece que existe un núcleo central bastante concentrado tanto en lo referente al PIB pc –que no olvidemos es una aproximación al concepto de productividad—como al salario medio –que, en principio, está relacionado con la productividad obtenida—. Y ciertamente descolgados de ese núcleo se hallan España e Italia.
De todos modos esos países que casi se salen del gráfico –los llamados en Estadística ‘puntos aberrantes’—nos distorsionan la realidad porque pesan excesivamente en la distribución. Si eliminamos dichos puntos lo que sale es lo siguiente:
Hecho esto el panorama se despeja bastante. La agrupación en salario medio se mantiene: Holanda, Alemania, Suecia, Finlandia. El PIB pc difiere entre ellas porque sus estructuras de PIB son diferentes. (A destacar la concentración de actividad industrial que se da en Alemania en la zona occidental del país). Bélgica y Austria un poco en tierra de nadie. Reino Unido y Francia con mayores similitudes de lo que en un principio pudiera parecer. Lo que no cambia es la marginalidad de Italia y de España arrinconadas en un extremo del gráfico.
La proporcionalidad en cuanto a salario medio y PIB pc de España, Italia, Francia Reino Unido se mantiene. Parecería que a Finlandia debería corresponderle un salario medio superior. Pero lo que está claro es que el resto de países debería tener un mayor salario medio, sobre todo Austria y Bélgica así como al grupo del extremo superior.
Lo anterior lleva a una conclusión: no existe, por debajo, un límite al salario medio en relación a la productividad, pero si existe ese límite por arriba: Austria, Bélgica, Alemania, Holanda y Suecia son un ejemplo. Parece ser que en todas partes una mayor productividad no es garantía de un salario que remunere completamente y en términos medios, el trabajo que ha contribuido a generar esa alta productividad.