A este ritmo queda hucha para menos de tres años, cuando se acabe empezarán los recortes. Hasta ahora ha habido ‘ajustes’: la famosa fórmula que contemplaba la esperanza de vida y las expectativas de crecimiento, y aún así ya han tenido que cogerse 20 mM€ de la hucha.
Lo más alucinante es que nadie diga ni pío sobre el tema: ni el Gobierno, advirtiendo qué va a pasar; ni ningún partido de la oposición; ni las instituciones; ni los medios de comunicación; ni los servicios de estudios, ni los expertos; si cabe los dos últimos algo apuntan, alguna vez, de forma muy tímida. Claro, se preguntarán el por qué, la razón es evidente porque es un superproblema de imposible solución: los ingresos y su evolución no pueden ni van a poder hacer frente a los gastos previstos. ¡No-van-a-poder!
Los ingresos no van a poder porque las cotizaciones sociales tienden, en el mejor de los casos, al estancamiento: elevado desempleo estructural, subempleo, cotizaciones sociales que las empresas reclaman a la baja, precariedad. Del otro lado unos gastos que, aun considerando que la esperanza de vida descenderá a medida que se vaya recortando el modelo de protección social, se estancarán en la mejor de las opciones financieras.
¿Qué puede esperarse cuando hacia 2018 se agote la hucha de las pensiones? Pues creciente empobrecimiento de la población jubilada, desjubilación de quienes tengan salud para poder trabajar y consigan un subempleo –como ya está sucediendo en USA desde hace tiempo–, y creciente dependencia de unos ancianos empobrecidos de sus descendientes en el caso de que estos puedan atenderles (que por lo antes dicho serán escasos).
Decíamos que este es un superproblema que nadie quiere poner encima de la mesa. Parece que sobre este tema se haya adoptado un pacto de silencio porque no da votos, ni ayuda a ningún partido a ganarlos. Tal vez se pregunten porqué el Gobierno y las entidades financieras no realizan más publicidad sobre los planes privados de pensiones; mi lectura: para dotar planes de pensiones hay que tener renta, y la renta disponible está menguando.
Cuando en clase analizamos algún teme en el que aparecen las pensiones, a veces les digo a mis alumnos que ellos van a tenerme que pagar mi pensión, y sonríen; ellas y ellos tienen clarísimo que no van a tenerlas.
(Publicado en Twitter el 18.10.2014. Se estaba viendo venir)