“Cualquier propuesta de una nueva ley o reglamentación que provenga de los empresarios, deberá analizarse siempre con gran precaución y nunca deberá adoptarse sino después de un largo y cuidadoso examen, efectuado no solo con la atención más escrupulosa, sino con total desconfianza pues viene de una clase de gentes cuyos intereses no suelen coincidir exactamente con los de la comunidad y que tienden a defraudarla y oprimirla, como ha demostrado la experiencia en muchas ocasiones”.

Adam Smith, “Investigación sobre la Naturaleza y las Causas de la Riqueza de las Naciones”. (1776)

 

Con la cadena de actuaciones que la Administración Trump está llevando a cabo ha puesto fin al acuerdo no escrito que desde el fin de la II GM USA había firmado con el resto del mundo: USA aceptaría las exportaciones que el resto del mundo hiciese a USA de bienes que a USA no le interesase fabricar, y el resto del mundo absorbería la deuda que a USA le conviniese emitir y todos los dólares que a USA le conviniese imprimir. Salvo episodios aislados como la apreciación del dólar de mediados de los 80 que se saldó con la imposición por parte de USA de medidas que beneficiaron a USA, el pacto funciono bastante bien. Hasta ahora.

En el fondo las medidas que la Administración Trump está adoptando están diciendo que USA no necesita al resto del mundo para casi nada, y que si el resto del mundo no acepta eso y protesta, USA aún pondrá las cosas más difíciles porque el resto del mundo sí necesita a USA.

Bien. ¿Por qué USA ha llegado a la conclusión de que puede poner en marcha esa batería de medidas sin consecuencias para su economía?. Pues porque está convencido de que el resto del mundo las va a aceptar lo que permitirá a USA reducir o eliminar su enorme su déficit comercial de 1,2 B $, trasladándolo al resto del mundo. Existe una alternativa: que el resto del mundo reconozca que ha ‘estafado’ a USA, pida perdón, y voluntariamente reduzca o compense las normas que encarecen las exportaciones de USA, por ejemplo comprando masivamente armamento a USA o reduciendo el IVA de los bienes exportados por USA. En el interior de USA subirán los precios, pero la Administración Trump ya construirá un relato para convencer o para forzar a aceptar a su ciudadanía tales consecuencias; el argumento básico será simple: ‘la culpa es de los otros’.

Con el déficit fiscal sucederá algo parecido. USA tiene un déficit fiscal monstruoso: 1,7 B $: el 7% de su PIB. Para reducirlo y eliminarlo en una dinámica de reducción de impuestos como la propuesta por el presidente Trump solo queda un camino: reducir enormemente los gastos. En el interior de USA ya ha empezado a hacerlo y en el exterior también, por ejemplo eliminando las fuentes de gasto ahora existentes, como gran parte de la ayuda exterior.

Y, ¿cuál será el escenario dentro de un par de años cuando todas estas medidas ya estén rodando a plena velocidad?. Pues según los supuestos de la Administración Trump y de las corporaciones que le dan soporte, que el dominio del mercado interno USA será casi completo por parte de las empresas USA o de foráneas que hayan trasladado sus fábricas a USA. Esas compañías USA también obtendrán unos rendimientos mayores por los propios aumentos de precios y/o por aplicación masiva de tecnología que aumente la productividad. A nivel mundial aunque en algunos bienes la influencia USA caerá, en otros, sobre todo los tecnológicos, será mayor.

El 99,99% de la población habrá quedado negativamente afectada, y el PIB total posiblemente será menor, pero la concentración del capital y de la riqueza habrá crecido por lo que el poder de las corporaciones, los magnates –y no solo los USA por las participaciones cruzadas de capital– será bastante mayor que ahora al igual que lo será la desigualdad económica y social; y todo ello contando con un aparato de seguridad crecientemente sofisticado a fin de prevenir disidencias.

Llegados aquí ya habremos entrado definitiva y totalmente en el nuevo modelo que sustituirá al que entró en crisis, por agotamiento, en el 2007.

(Este texto complementa al artículo ‘Nuevo Orden’ publicado el 9 de Febrero: https://sninobecerra.com/nuevo-orden/).

(Sugerencia: repasen u ojeen mi libro ‘Capitalismo (1679 – 2065)‘, Ed. Ariel 2020).

 

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