Hace unos días recibí un mail de un lector. Decía lo siguiente:
“Soy un estudiante y trabajador de 29 años y actualmente resido en UK. No soy economista, pero he visto bastantes vídeos suyos en Youtube y en La Sexta Noche, y me gustaría mucho hacerle una pregunta si tiene algo de tiempo.
En relación a la industria 4.0 en 2060 (aprox.), concretamente acerca de los insiders/outsiders:
En el actual modelo (capitalista), en el primer mundo, los individuos se encuadran en clases sociales, en las que uno avanza de una clase a la siguiente a base de mérito personal (trabajo, estudio, sacrificios como emigrar etc.) y, en menos medida, de su suerte.
Esto es lo contrario de lo que ocurría durante los siglos oscuros, en donde la sociedad se organizaba en estamentos. En otras palabras, reinaba la ley de la cuna, es decir, el que nace noble es, y siempre será, noble. El que nace campesino es, y siempre será, campesino.
¿Cree usted que, con esa separación entre insiders/outsiders, se va a producir un retorno de las clases sociales propias del capitalismo a los estamentos medievales?
¿Podrá un individuo nacido outsider convertirse en insider por su propio mérito, o será una cuestión más bien dinástica?”
Mi respuesta fue la siguiente:
“De entrada permítame una aclaración: el Capitalismo no es un modelo, sino un sistema. El Sistema es el marco de referencia y tiene unas características incluso filosóficas, en el caso de Sistema Capitalista: la propiedad privada de los medios de producción o la defensa jurídica de esa propiedad privada. El cómo se manifiesta el sistema en cada momento, el modo de funcionamiento del sistema en un momento dado, es lo que conforma el modelo: en 1929 colapsó el modelo que se puso en marcha tras la crisis del 1873, y en el 2007 lo hizo el que se puso en marcha tras la II GM. El colapso se produce por agotamiento, por pura evolución histórica.
Lo que Ud. apunta “(…) , los individuos se encuadran en clases sociales, en las que uno avanza de una clase a la siguiente a base de mérito personal (trabajo, estudio, sacrificios como emigrar etc.) (…)” fue bastante verdad entre 1950 y 1990, a partir de ahí empezó a declinar, hasta que a partir del inicio de la actual crisis dejó de ser cierto. ¿Por qué? Pues porque esa ‘regla’ se basaba en dos elementos: 1) necesidad permanente del factor trabajo, y 2) demanda creciente de trabajo; elementos que dejaron de ser inmutables.
Hoy la demanda de horas de trabajo está cayendo y así va a seguir, en gran medida debido a la tecnología, pero también, en parte, debido a una reorganización de la necesidad de factor trabajo de modo que de horarios continuados a tiempo completo se está pasando a trocitos de trabajo demandados según necesidad. Eso implica precariedad y subremuneración, lo que, curiosamente, está frenando la demanda de tecnología: en bastantes actividades aún es más barato el trabajo humano que automatizar procesos: en UK, en concreto, esa situación se da bastante.
El problema es que a la mayoría de la población su renta le llega a través del trabajo y si su demanda baja lo hacen los salarios y se interrumpe ese ese flujo, ese ‘ascensor social’ que Ud. detallaba, por lo que la distribución social se polariza: en países como USA y UK la clase media se está adelgazando ininterrumpida y aceleradamente desde los años 80; en otras economías menos liberales –Francia, Austria– también pero menos.
¿La tendencia? Una creciente polarización entre un 10% de la población profesionalmente imprescindible con muy elevadas remuneraciones; un 50% precarizado en mayor o menor medida con trabajos temporales y la mayoría a tiempo parcial; y el resto de la población no necesario o prácticamente no necesario. Esta estructura social, más que a una estructura medieval, se asemeja a una renacentista, cuando empezó a remunenarse el trabajo –con los Tudor, en Inglaterra– a la vez que empezaron a activarse la Poor Laws, lo que hoy acabará siendo la Renta Básica y la legalización de la marihuana. A esto añada el hecho de que como las revoluciones ya no están de moda, entre otras cosas por los sistemas represivos actuales y por la falta de expectativas, la paz social quedará garantizada”.