“Me gustaría explicarle una duda bastante grande en referencia al momento que se vive en Catalunya.
Soy (nombre de una profesión que permanentemente se halla en contacto con gente), y he vivido con un cierto nerviosismo todo lo ocurrido en las últimas semanas. Soy hijo de andaluces, que llegaron a Barcelona hace mucho tiempo y que se integraron como muchos otros. Nunca he tenido un problema por considerarme de aquí o de allí.
Entiendo perfectamente, y creo que el que no lo entiende es porque no quiere, el tema del déficit fiscal, como también entiendo lo que usted ha repetido en más de una ocasión sobre la no necesidad de la independencia total, si tuviéramos la fiscal. El problema es que, aunque quieran hacer partícipe a la población de los acontecimientos, (estoy pensando por ejemplo en la Europa de las regiones) y entendiendo que es imparable por la inercia del momento, tengo la sensación hablando con otros colegas de otras regiones españolas que están en una dimensión muy, muy diferente. España va a perder un trozo del pastel muy importante, y aunque hayan fuerzas económicas y políticas fuera a las que no les interesa que Catalunya esté como está, aquí viene mi duda: Usted cree que va a pasar sin más? Que en un momento determinado se va a llegar a un acuerdo y todo lo demás, lo que hemos vivido, se esfumará?
Soy consciente que en las regiones o países que no sean sostenibles económicamente, su calidad democrática se va resentir, entre otras cosas porque entiendo que lo primero es lo primero (deuda, y a partir de aquí lo siguiente…), pero ¿no ve posible una recesión democrática en toda España, por eso que se escucha a veces, antes fuera de la UE que sin Catalunya?”.
Mi respuesta fue:
“¿Ud. sabía que Bélgica fue un invento? A principios del S. XIX, cuando las Guerras Napoleónicas aún daban coletazos, Bélgica aún no existía: el territorio se repartía entre Francia y los Países Bajos, y lo que se perfilaba no convenía a Inglaterra: unos Países Bajos, con Flandes formando parte de ellos, muy potentes (ya habían habido dos guerras angloholandesas porque Países Bajos era un competidor claro de Inglaterra. El único verdadero ganador de las Guerras Napoleónicas fue Inglaterra e impuso su criterio: Bélgica fue inventada, Flandes fue una de las partes de Bélgica, Inglaterra, con Europa ya en orden y ya transformada en UK, se dedico a sus asuntos de Asia, y hasta hoy.
Si un país como Bélgica existe por conveniencias económicas del momento en una época en la que se liaba un conflicto por menos que canta un gallo, imagine que no sucederá ahora por conveniencias que son infinitamente más complejas que las de entonces.
A principios del S. XIX se produjo un cambio de sistema y, obviamente, de modelo. Entonces los estados nacionales eran el objetivo: compare un mapa de Europa de 1870 con otro de 1770; ahora pienso que nos hallamos en un momento similar. Entonces los Estados eran necesarios para que un conjunto de personas y voluntades fuesen-a-más; hacia falta una masa crítica; pero nada de eso hoy es necesario, de ahí que el concepto de Estado se halle declinando y esté emergiendo con fuerza el de zona / área / cluster / región: la tecnología permite hoy unas concepciones imposibles y absolutamente inimaginables en el S. XIX.
Los sentimientos identitarios existen: hable con un residente de la Lombardía o de Flandes. Sentimientos que se potencian con la sensación de ‘aportar más de lo que se recibe’: en Baviera la población está cansada de aportar sin percibir que lo que se recibe esté en línea con lo que se aporta.
Es verdad que Catalunya es un territorio especial porque la represión que sufrió el territorio tras 1714 fue fortísima, lo que aumentó el sentimiento identitario; a eso hay que añadir la realidad que hoy nadie niega de que, con carencias enormes, Catalunya se ve obligada a aportar mucho más de lo que recibe; luego, en pura lógica, no es de extrañar que una parte de la población, la que más ha vivido esas circunstancias, haya adoptado una posición independentista. Pero, y aquí está lo bueno, esto ha sido así porque las circunstancias son las idóneas ya que el concepto de Estado se está superando y Europa se halla en tránsito desde una estructura de Estados a otra de zonas / áreas / clusters / regiones.
La reacción en contra de muchos políticos, gobiernos, entidades, organizaciones e instituciones, estatales y europeas entiendo que es lógica: está defendiendo lo que antes se hubiera denominado, sus intereses de clase: en la Europa de las Regiones, por ejemplo, ¿qué sentido tendría una Comisión Europea o el Eurogrupo?.
Ud. y centenares de millones de personas se hallan en un tránsito de modelo, por lo que oponerse o estar a favor no tiene sentido. Recuerde lo que sucedió con las colonias: ningún país que planteó una guerra colonial para conservar sus colonias la ganó, absolutamente ninguno; se hubiesen ahorrado vidas y capitales si hubieran comprendido que la época de las colonias había pasado. Pero también hubieron quienes ganaron obtuvieron pingües beneficios con aquellas guerras».
Muchos temas y aspectos.