Evidentemente yo dispongo de la información a la que tengo acceso y sé que es insuficiente y está sesgada pero, a partir de lo que sé, pienso que Europa se equivoca estrepitosamente con esta obsesión por el rearme (o como quiera llamarse al plan para aumentar el gasto en armamento y dotarse de una mucho mayor capacidad armamentística) nacida poco después del inicio del conflicto de Ucrania y explicitada desde la toma de posesión de Donald Trump.
Tal y como lo entiendo se está diciendo y repitiendo el mensaje de que Rusia puede invadir Letonia, Polonia y Rumanía, por ejemplo y seguir a por otros países en cualquier momento a partir del 2030, por lo que Europa debe construir un aparato militar para defenderse porque no está claro que USA fuese a intervenir en la defensa de Europa. Como argumentos justificativos de cara a la población dos además del defensivo: el gasto en armamento genera PIB y favorece el I+D.
A partir de la decisión surgen preguntas ¿cuáles serían las ganancias de Rusia invadiendo Letonia, Polonia y Rumanía?. ¿Qué beneficio obtendría Rusia de tal invasión?. Además, se argumenta que ese ataque, de producirse, se produciría a partir del 2030, cuando Europa, cuando ese aparato militar de Europa, estuviese bastante desarrollado, pero, ¿por qué no mañana?. Si Rusia quisiera atacar a Europa mejor hacerlo cuando la capacidad de defensa de Europa es insuficiente tal y como hoy se dice, ¿no?.
A mi modo de ver tras este enorme gasto en armamento subyace algo de lo que se habla muy poco: la tendencia al estancamiento en el crecimiento económico del planeta y que también afectará seriamente a Europa (y especialmente a España: según el informe ‘Plan Fiscal y Estructural de Medio Plazo 2025 – 2028’ elaborado por el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa y publicado en Octubre del 2024, el crecimiento proyectado del PIB de España se moverá en un rango entre el 1,2% y el 1,7% en el período 2027 – 2041).
Es decir, en mi opinión el objetivo es generar a través de la fabricación de armamento el PIB que va a dejar de generarse en otros sectores por la caída del consumo como consecuencia de la disminución de la renta al caer la producción de bienes, como automóviles, y por la caída de la masa salarial debido al aumento del desempleo ocasionado por la disminución del consumo y por la creciente automatización de procesos industriales y de los servicios.
La fabricación de armamento en Europa puede tener, en principio, el efecto de que Europa se una más si se establecen programas conjuntos y coordinados de fabricación de armas (aunque no existe homogeneidad en la situación económica de los países europeos): una mayor coordinación entre los países europeos será positiva en diversos ámbitos. Lo malo es que ese armamento habrá que pagarlo, con impuestos o con deuda, pero habrá que pagarlo, y eso detraerá recursos de otras necesidades o los detraerá de los bolsillos de las ciudadanías europeas. Y luego hay otro aspecto.
En un enfrentamiento militar las partes no se ponen de acuerdo y dicen ‘usaremos estas armas pero no aquellas’. Lo único cierto es que se usan las que se cree conveniente y no se usan las que no se cree conveniente. Pero la parte a la que se le ponen las cosas difíciles utilizará lo que tenga para dar la vuelta a la situación. Y, militarmente, Europa no tiene opción ante Rusia. Esa es la pura verdad. (No digan que no es chocante: hasta hace cuatro días Europa estaba comprando a Rusia todo el gas que Rusia podía venderle, lo que a Europa le suponía unos costes energéticos contenidos).
En el pasado, tal vez, pero hoy pienso que la guerra y el enfrentamiento armado nunca es una opción, ni siquiera utilizar el miedo al conflicto para generar PIB.