Lo que sucede es que en todos los países no tiene la misma dimensión; ni la misma intensidad en relación al nivel de la actividad económica.
El gráfico adjunto muestra, expresados en números índices, la brecha salarial de género (línea azul) y el PIB pc (línea roja) para los países que se recogen tomando, en ambos casos, como 100 la media de la UE 28. Para no perder perspectiva, España se halla en primer lugar.
A: Porcentaje que el salario medio masculino es mayor que el femenino. B: PIB pc (UE28 = 100)
Fuente: Elaboración propia a partir de: A – Diari Ara 03.11.2018. B – Eurostat.
También muestra los países que tienen una brecha salarial de género peor que España: los que se hallan por encima de la línea punteada azul, y los que tienen un PIB pc superior al de España: aquellos que están por encima de la línea punteada roja. ¿Sorpresas? Algunas.
España muestra una brecha salarial de género alta, pero menor que la media europea y menos negativa que países como Alemania, Austria, Holanda o Finlandia. (El caso de Rumanía es especial debido a la alta emigración que ha experimentado el país). Pero, y aquí radica sobre todo la sorpresa: España muestra una brecha salarial de género menor que países que tienen un PIB pc mayor que el de España, es el caso de Dinamarca, Francia, Holanda, Finlandia, Austria, Reino Unido y Alemania. A destacar los casos de Bélgica e Italia que con PIBs pc mayores que el de España tienen menores brechas salariales de género.
Una elevada productividad –el PIB pc es una medida aproximada de ella—no garantiza una reducida brecha salarial de género, al contrario, incluso parece que altos niveles de PIB pc llevan aparejados elevadas cotas de brechas salariales de género.
Al margen de los efectos morales y sobre la autoestima de las mujeres por la brecha salarial que experimentan respecto a los hombres, tal brecha tiene consecuencias muy negativas a nivel económico porque menoscaba tanto el nivel de consumo como el de ahorro de la mujer. Reducir y eliminar tal brecha debe abordarse en los parlamentos y debe estar en los programas de los partidos que estén a favor de su eliminación; pero en el fondo son directamente las mujeres quienes deben enarbolar con sus reivindicaciones directas y constantes la solicitud del fin de la brecha salarial de género. Porque si confían en otras instancias …